julio 25 de 2014 Por Shemyr
Somos decididamente Dark.
Hace tiempo he diseñado y creado una cava de vino a la cual he nombrado Isósceles. En el hogar se encuentra bajo el árbol de navidad (el árbol está colgado invertido), con lo que se logra una doble triangularidad, considerando suelo y cielo base de los triángulos. 14 metros de luces LED de color rojo viajan entre ramas y botellas y son toda la iluminación del salón.
En el estado etílico o el que usted más prefiera (y/o las visitas han practicado), el resultado ha sido decididamente Psicodélico.
Tiempo atrás pensé en un corto o fragmento de película en la cual un grupo de muchachos pasaban la navidad juntos y sus familias estaban orgullosos por la tranquilidad del grupo, siendo que eran problemáticos en su vida cotidiana. La verdad es que se la pasaban voladísimos mirando pegados las luces del árbol de navidad y eso los mantenía tranquilos.
Esto me vino a la cabeza cuando en plan de vuelo, Pedro puso Skrillex y luces navideñas colgaban en medio del salón. Estuvimos inevitablemente pegados mirando las luces un buen rato Rapunzel, Pedro y yo.
Y sobre música, Shin-ichi Fukuda es buena opción.
Y sobre la cava, la fabricaré por encargo.
Sonrisas.
Octubre 14 de 2013 Por Shemyr
Anoche, en tolerancia cero estuvo el vocero de la Vega Central de Santiago. Pienso que fue un momento perfecto para mencionar la problemática de la semilla. Se sigue hablando de un mejor producto sin considerar la pepa de la que proviene.
Respecto de Chanchos deslenguados, MM y PT. cata en junio de 2013, curiosamente en el barrio "concha y toro". Por Shemyr
"Un productor de vino es como una tejedora", es la manera en que yo explico el mercado de un productor de vino. Las tejedoras no viven si no venden chalecos o bufandas tejidas por ellas; así como un productor de vino no sobrevive mientras no venda su vino.
La diferencia entre cada producto es obvia, pero es lo más cercano a la naturaleza productiva chilena.
En Chanchos Deslenguados la realidad de cada productor es radical.
El productor más cercano a una tejedora es José Luis Gómez Bastías, quien para llegar a su campo debe usar el Ramal, caminar, cruzar el Río Maule en bote, caminar, y entonces llega a su viñedo. Él se niega a llamarle pipeño a sus vinos: porque él hace vinos.
Cuando hablo de tejedora y productor de vino, hablo de una tejedora que desde el vellón hasta el tejido se mueve, lava, hila, tiñe y teje, comprar lana/poliéster con teñido sintético ya es tejer globalizado, lo mismo que el beber vino industrial.
No.
Viña Artesanal González Bastías, en manos de José Luis, es un trabajo completo, natural, cuidado y hermoso. Él vive si vende vino, esa es su vida.
De la última cata de vinos 'Chanchos Deslenguados', menciono que Mariana Martínez consideró los vinos de González Bastías con potencial.
He leído también, de ella misma, la siguiente cita: "lo relevante de la diferencia de vinos organicos esta en la cabeza, esta en pensar que es +sano para las personas que trabajan en el campo".
Cita que, sin desmerecer el esfuerzo en escribirla, me parece vacía y completamente vaga.
Sin entrar en gramática, escribir de la 'diferencia' y no mencionar qué es lo que está comparando; cae en la terrible realidad: "está en la cabeza". La realidad de la mayoría es una falsedad, pensar que la agricultura está en la cabeza, como cualquier persona condenada a la post-modernidad. La agricultura está en la tierra.
Habla de vinos y no de agricultura, y de agricultura hay que escribir, hablar, gritar y practicarla. Hay que sembrar y ver crecer para comprender.
No he leído cosa alguna sobre la agricultura. Aparentemente quienes gustan de beber vinos naturales no están interesados en que su dieta sea natural también, en que la dieta de todos sea natural: allí nuestra enorme diferencia; yo quiero lo sano y más nada, y si no sé lo que es un tomate natural no me atrevería a argumentar siquiera sobre un vino natural y más aún, me sentiría idiota separándoles. El tema es la agricultura, no el vino natural simplemente, no, absolutamente no: El Vino Natural Es Un Ejemplo De Agricultura Embotellada. Ni siquiera hay que hablar de orgánico, la agricultura sólo es orgánica, lo demás no es agricultura, son prácticas de cultivo contaminantes que no merecen ser nombradas agricultura, es simplemente el malsano principio de "Equivalencia Sustancial": aunque el choclo sea plástico, de semilla de laboratorio y repleto de toxinas, mientras a la vista sea como un choclo, es un choclo. Una mierda de principio.
Cuando sumamos las hectáreas limpias de agrotóxicos de los viñedos participantes en la Cata de Vinos llamada Chanchos Deslenguados, ¿superamos las 200? Y, ¿el número de trabajadores? Está fuera de contexto el argumentar que las condiciones de la gente del campo mejora al hacer vino orgánico (porque lo que no contamina es practicar la agricultura limpia, más no el hacer vino, pues la uva podría ser comprada), cuando en la base de ese modo agrícola está que es el dueño de las tierras quien las trabaja. El bien es para sí mismo, simplemente porque un pequeño productor sabe que debe vender bueno para vivir. Allí tenemos a nuestro querido José Luis.
En el diario El Mercurio (que usualmente miente), Patricio Tapia menciona a Cacique Maravilla. Sin decir que es el mejor vino, yo aclaro la cuestión; los vinos de Cacique Maravilla son algo que no existe ni se prueba en ningún otro lugar. Ellos llevan a un estado mágico, psicodélico, 'su volada es otra'. no hay mucho que explicar, cuando se conocen los naranjos y almendros cercanos a las uvas, simplemente la mezcla de todo, la sagrada tierra que habitan sus parras tienen una magia inexplicable. Sólo falta rehacer la bodega que el terremoto bajó a tierra, la bodega de adobes que el terremoto bajó al adobe. Una vez reparada, con los mismos barros centenarios, el vino se hará solo y será una revolución en sí mismo.
Claro está que en su amplitud, quienes, por mi lado se llevan la victoria son Cacique Maravilla y González Bastías, ambos en dimensiones radicales en la factura de sus vinos, con tierras radicales, con métodos radicales: son amables, sus vinos merecen ser amados.
Hasta ahora, ambos personajes públicos del paladar chileno hacen público lo que sabemos desde hace tiempo.
Debo confesar que dentro de la cata probé vinos no naturales (no sé por qué hay vinos no naturales en los chanchos). Soy especialmente sensible a los vinos químicos y mi frente sufre de una punzada cada vez que el vino tiene excesos, excesos a mi gusto y a mi salud. Luego de probarlos fui donde Arnaud Faupin, actual dueño de la Viña Domaine de Manson, y le dije, "querido mío, ¿me darías, por favor, un blanco para reparar mi paladar?" y con su tremenda sonrisa, junto a su mujer que me besó la mejilla, me sirvió medio copa de Viognier.
Importante es decir que no conozco otro Viognier y Syrah natural, y no hay otro en esta cata, sí hubo un par de Carménère, pero aún así prefiero el carménère de Arnaud. Sus vinos expresan perfectamente sus cepas, balanceados, aunque jóvenes, frutales hasta el carajo, frescos, todo como doncellas dotadas de experiencia instintiva, de Choapa, de 900 metros de altitud.
Los vinos de José Luis, Manuel y Arnaud son inseparables de nuestra mesa. Distintos de origen, de romance y de historia, me encantan.
Entonces vuelvo a lo primero.
Entre los Chanchos Deslenguados hay productores que viven del vino y otros que lo asumen como opción secundaria, como herencia, como pasatiempo, como demostración de que sí pueden hacer vino, las opciones son largas. No es algo muy complicado de practicarse, simplemente no es usual a causa de la escasa cultura agrícola. Es evidente además que entre conocedores del vino no existe alta cultura agrícola. Será que la alta cultura son otras cosas, lo ignoro, pero yo deseo ser agricultor y tener los mejores tomates para comerlos con pizca de sal marina molida a piedra por mis manos.
Pero, ¿qué es Chanchos Deslenguados?
¿Vinos naturales? ¿Cualquier viñatero independiente? (lo que nos asocia con otro grupo de viñateros independientes). ¿Cualquier pequeño productor?
¿Cuál es finalmente la ideología en el asunto?
Porque Machalí, un vino ya comercial, un vino interesante, un vino exportado, pero su agricultura incorpora agrotóxicos, aunque en poca cantidad, dice su productor.
Vultur no practica agricultura natural, tampoco InsTinto, aunque usan levaduras naturales, principalmente.
El autor de Machalí nos dijo que en chanchos hay "vinos pensando diferente" y que el vino natural "es moda". Esto último me impactó, pues a mí más bien me parece moda el hacer vinos convencionales, porque así se educó, propulsó e impuso la agricultura de monocultivo y productos derivados. Lo orgánico es lo real.
El maridaje.
Por amor llegué con un pan de 4 kilos a la cata de vinos, para compartir con los autores de los vinos mi pan, así como ellos han compartido conmigo/nosotros su vino. La sorpresa fue el asalto de las personas en la cata de vinos ante el pan que flotaba mágico por la azotea. El apetito y maridaje tenía preñada a la población bebedora ansiosa por masticar cosa cualquiera. Quienes no asaltaron sufrieron por no asaltar, algunos preguntaron y desistieron de probar, otros más osados preguntaron "¿puedo probar?" pero ya tenían el pan en sus manos.
/Anécdotas íntimas de borracheras/
Mis queridos fueron felices masticando el mágico pan en la ruta a Talca después deun fin de semana devastador.
fin de septiembre de 2013. Por Shemyr
El vino no me está inspirando
las personas que lo hacen están perdiendo la belleza
su belleza
¿qué encuentro yo aquí? Esto.
¿Qué buscaba? Yo no buscaba.
Por eso es que la dirección de esto no existe,
porque por qué daríamos nosotros nuestro esfuerzo
a la causa de otros.
Cuál es entonces mi propia causa
sino algo similar a lo que hacen los otros.
Ellos quieren lo que quieren para sí y buscan su felicidad.
Este espacio es nuestro,
y no lo disfrutamos porque lo concedimos a otros
y al no existir el valor al respecto
respuesta:
es que simplemente pienso que esto no es necesario
más que para nosotros.
Este es nuestro sitio y lo estamos perdiendo
Fue mi decisión hacer una pieza de arte de aquello que me apasionaba
y lo hice
Diseñé incontadas horas
por puro placer
por hacer algo
por hacerlo
y me diera placer
y con parada austera me presenté al mundo
luego de haberme pasado un semestre entero concentrado en la agricultura
en limpiar al país de la mala agricultura
llegué a esto
nuestro proyecto es este
pero cómo podría otro ver hecho lo que no estaba hecho
y cómo ver lo hecho si sin ustedes no puede hacerse.
Sólo deseamos gozar de la vida
comer rico
beber rico
ser felices.
Este sitio es nuestro,
y lo único que debemos hacer es habitarlo
de la manera que sea, como queramos, debemos habitarlo:
este lugar fue construído para ser habitado.
MIÉRCOLES, 31 DE JULIO DE 2013.
By Rapunzel
La caña, la raja, la gringa
Well everyone, this gringa has returned to gringolándia for awhile.
Now that I am here, staying with my parents for a few weeks in the dense forests and rainy farmlands of Western Pennsylvania, I have a lot of time to reflect on Chile, the place I miss with all my heart, and – especially – the wine I miss just as much. I worry about existing here in the north without amazing natural wine from centurion parras (surely a fountain of youth and potion of true happiness and wisdom), but somehow I must get by.
I have a couple of missions here.
First, I will begin working on my doctorate at University of Arizona in Tucson at the end of August. Having lived for many years in the adjacent deserts of New Mexico, going to Arizona will be like going home.
In preparation for the move from Chile to the US, I searched online for a place in Tucson to buy interesting natural wine. The only option seemed to be a store that exclusively sells natural wine imported from around the world (primarily Europe at the moment). So I wrote a note via their website letting the proprietors know I was excited to visit and try their wines. I also provided a link to Navegado.cl. They quickly responded that they would like to taste the wines we represent and could be interested in importing if they are sufficiently impressed.
So I arrived to the USA with four precious bottles in my suitcase, an ambassador between the Navigators of Chile and our new potential allies in Tucson.
Carefully protected by Shemyr’s bubble wrapping, the bottles survived the rough journey and the customs inspection and are comfortably awaiting our departure for Tucson in my childhood bedroom.
I brought:
Cacique Maravilla Pipeño 2012
Viña Artesanal González Bastías País en Tinaja 2012
Domaine de Manson Coronino Viognier 2011
Domaine de Manson Turco Carmenere 2010
And a bottle of double-distilled pisco for myself, which I have been carefully rationing.
I carried some with me over the weekend (in a small bottle in my purse) to a backwoods bar along the Clarion River, smiling to myself at the irony of sneaking Chilean pisco into my glass of ice, with gringo cowboys wailing on the jukebox in the background and a stoic buffalo head eyeing me from its mount high on the wall.
I wanted to travel with aguardiente in my possession, but Shemyr and I didn’t have any in Santiago Centro before I left. As a substitute, finding some moonshine in these here parts would make my lonely, pensive nights brighter and my heart lighter (isn’t that the whole idea behind moon-shine anyway?). So, my viñatero friends, please raise a caña of aguardiente to the search!
My other mission here is to promote our wines in United States, to seek interesting partnerships and opportunities for Navegado, and to create awareness of the País grape, which also played an important role in the history of the southwest deserts I call home.
Many accounts indicate that the País cepa was first planted in the entire western hemisphere near Socorro, New Mexico, a tenacious terroir, where I lived and loved and fell and flew and grew for 13 years before moving to Chile. The País grape is known as Mission here (and Listan Prieta in Europe).
Viticulture flourished in the old Wild West, where Socorro was a boom town filled with rowdy bars and lewd brothels. One of those legendary establishments – The Capitol Bar - still stands proud on the small town’s plaza, and I made so many crazy memories between its walls back in the day, joining more than a century of characteristic patrons, including Billy the Kid and other famous western personages. Sometime I will write more about this (perhaps after I pass through Socorro and pay my favorite bar a visit in a few weeks on the way to Arizona). But for the moment, I digress.
Several local historians have done quality research and written a great deal about the topic of wine and alcohol in New Mexico and Arizona, so I won’t repeat everything here (see the end of this blog entry for links to informational articles). But the short story is that aside from sharing a grape, the southwest USA and Chile shared a similar wine culture for a time.
Unfortunately, the desert environment is fickle and so are people. Floods, frost, disease, and Prohibition essentially wiped out the Mission grape and Southwest wine production in general (although the industry is now making a promising comeback and some wineries are producing Mission wines). The last remaining old Mission vines reportedly disappeared in the 1980’s.
Now the legacy of this mythical grape survives in Chile, a truly ideal paradise for natural winemaking and legitimate agri-culture. The message is this:
Chile, appreciate and protect your treasure!
And that is the entire point of Navegado. When I get to Arizona, I will search for our grape, I will taste its cultivation in another hemisphere, I will create a link to Chile, so I can survive, so we can all survive, dear Navigators. My mission is Mission.
As I sit here now in the oddly tame and civilized woods of my parents’ earth, waiting for the rain to stop so I can go for a run and drinking a tea of my mom’s spicy menta, I want cordillera and viñas! I want Castellano in my ears! I want La Vega and pequenes and berlines and queso maduro and zapallo and agua con gas! I want pipeño!!!
But as deeply as I miss Chile, this new chapter in the Navegado adventure is gonna be la raja, as long as I can have a caña de vino in my hand and not in my head.
Links for further reading:
The Story of Mission Grapes - Arizona's First Varietal (by Gary Nabhan)
The History of Wine in New Mexico: 400 years of struggle (by Henry K. Street)
Socorro's Vines and Vintners (New Mexico Office of the State Historian)
Socorro's Territorial Saloons Part 1 (El Defensor Chieftain)
Socorro's Territorial Saloons Part 2: The Capitol Bar (El Defensor Chieftain)
Trail Dust: army doctor left description of territorial New Mexico (Santa Fe New Mexican)
History of New Mexico Wine (New Mexico Wine Grower's Association)
Julio 5 de 2013. Por Shemyr
LA AGRICULTURA NO CONTAMINA.
Quien contamina con su producción vitícola también contamina en su producción vinícola: hace algo mal llamado vino, tal vez un sucedáneo de vino.
La agricultura es sólo una y es aquella práctica el cultivo que respeta su medioambiente; aquellas técnicas de cultivo contaminantes no son agricultura, son formas de cultivo contaminantes con elevado uso de agrotóxicos, propensos a limitar la liberación de agrotóxicos por regulaciones y estándares.
El proceso vitivinícola debe respetar su ambiente, tal cual todo ser vivo y acción humana debe respetar su ambiente.
Nuestro proyecto es expandir la cultura del vino entre quienes desconocen la agricultura.
Nuestro interés es el que toda persona que reciba nuestro mensaje comprenda que el proceso agrícola corrientemente usado y todo el sistema alimentario limita la vida de las personas a una 'sobrevivencia ignorante', en la cual nadie se cuestiona sobre el tomate natural o cómo el vino que beben ha llegado a la botella, si acaso la industria compró uvas nuevas, uvas viejas, uvas centenarias, todas sobremaduradas y las mezcló con otras uvas de otros lugares y les agregó agua para bajar su graduación alcohólica y agregándole a la mezcla muchos elementos desconocidos llegó a hacer un clásico vino tinto, el más barato; o si acaso es el vino que la industria le compró a algún productor a granel a 200 pesos el litro para luego embotellarlo, etiquetarlo y venderlo.
Los vinos que aquí se presentan son un ejemplo de Agricultura Embotellada, de agricultura que respeta su medio, hechos por personas que respetan su medio.
Navegado existe para invocar y provocar los vinos de verdad, aquellos que el doctor debiera recetar, aquellos que el doctor recetará cuando sepa que estos vinos existen. Los que todos debiéramos beber para decir con certeza "me gusta el vino".
Hagamos un mundo mejor y más placentero juntos.
Difunda esta información.
¡Salud!
Junio 19 de 2013, miércoles casi jueves. Por Shemyr
¿Puede Dioniso aparecérsele a alguien que toma vinos industriales? ¿Será que los Dioses se fueron de la tierra precisamente porque este consumo, esta manera de vivir entre basura es indigna de ser vivida?
Mayo 19 de 2013, domingo de navegados. Por Shemyr
El humo es la piel del vino.
Navegado habita en Santiago Centro (simplemente estamos aquí ahora), pero también habitamos los vinos que bebemos, pues al beberlos conocemos la tierra de la que provienen las uvas, su terroir, y nos hacemos voluntariamente habitantes y amantes de los vinos de estas tierras.
La comprensión está en todo fruto que se arraiga, al llevarlo a la boca, al sentirse gigantesco y Araucano comiendo avellanas, lleno del poder que el pequeño fruto otorga.
Las vides en Chili, como el extinto pájaro que cantaba "chili, chili" a la llegado de los invasores (y sí, el invasor trajo las vides y por eso es paradoxus); las vides en Chili se arraigan, crecen solas en lugares inhóspitos, no reciben más que el agua de lluvia desde el cielo, que se evapora antes de ser succionada por las parras, sólo las limpia, y se adentran en las profundidades de la tierra para encontrar agua subterránea; enredan sus raíces con las parras más antiguas para hacerse más fuertes y así es como sobreviven, cómo existen y cómo otorgan un fruto centenario. Les llaman por eso De Rulo, De Secano, Sin Riego.
Los hombres cosechan la uva, al momento en que se prefiera, se prueba la uva, se decide si se quiere más o menos dulce, con más o menos alcohol, si se dejará un día más colgando de la parra; racimo a racimo los montan en cajones y canastos, la uva no se lava, la uva está limpia y jamás tuvo pesticidas o insecticidas sobre sus coloridas pieles, sólo tierra y lluvia, simplemente se separa el fruto de sus ramas y hojas, y se deja macerar un par de semanas, depende el vino, simplemente se deja la uva, amontonada y luego de eso la uva es molida a zaranda pisada por los mejores pies del barrio o con máquinas y, con más o menos mosto (piel y pepas de uva una vez realizada la molienda), puesta en tinajas, barriles, cubas o cualquier tacho que se pueda sellar, allí dentro fermenta, se hace solo.
En seis meses o más tendremos vino, depende de cuánta guarda se quiera, de cuán añejo se quiera, de cómo se quiera el vino.
Eso es el vino, queridos, con más o menos arte, según el artista, el vino se mezcla en su principio, cuando es uva con otras cepas, o luego de ser vinos, con medidas, para tener coupage, assemblage o mezcla, para dar distintas características al vino, cuerpo, color, aroma, Grados Gay-Lussac (GL), rusticidad, sabor, textura, etcétera.
Son los vinos que nos gustan, preparados de la más sencilla manera, quizás la única sabia manera, la más compleja también: respetar la naturaleza del maravilloso ser de la vid. Respetar al medio ambiente, amar la naturaleza.
Naturales nos gustan los vinos, naturales queremos que sean conocidos, en perfecta relación con la naturaleza debe ser toda acción del hombre: allí radica la sabiduría.
Es la razón por la que existimos.
LUNES, 29 DE ABRIL DE 2013. By Rapunzel
Wonderland Part 2 - serendipity
Two months ago, the Earth missed an explosive encounter with an asteroid by just 15 minutes, and continuing that stroke of luck and physics, Navegado has also managed to be in the wrong places at the all right times to meet some amazing people and enjoy fortuitous experiences.
It all started with our jaunt from Santiago to Quilpué, where we attended the last Chanchos Deslenguados tasting on February 9.
I want to add here - and then I won't speak of it again - that things became personally complicated for me just after the December Chanchos event, when I stopped writing for Wines of Chile and then took a break from writing in general. But there are storms to be weathered on any journey, and Navegado's metaphorical boat is strong and brave and well-crafted, and I'm navigating optimistically again.
So back to the tasting in Quilpué.
The buses were almost fully booked and super expensive when we tried to leave Santiago on the gray and chilly morning of the tasting with our lawyer friend Camilo. But Shemyr has his own travel magic, and he always divines a way to reach his intended destination. After speaking directly with the driver of a Pullman bus displaying a "Quilpué" sign in the front window, we bought three seats immediately for a very good price.
When we arrived in Quilpué, searching for a taxi to the venue, we heard familiar music and found the same group of clowns that performs outside our apartment every morning at 11 am - the first of the week's many serendipitous encounters.
The Chanchos were magic and fun and yummy as always, especially Bogus with the sparkling País, and Domaine de Mason with his juicy Viognier. I missed Louis-Antoine's rosé, which would have been as refreshing as a snowcone when the sun appeared from behind the clouds and periodically baked us all.
A fine friendship was established with Cacique Maravilla, who regaled us almost the entire day with a frosty Pipeño from his idyllic Yumbel viña, where volcanic peaks hum in the distance and lava churns underground, seasoning the hearty vines and punctuating this dry-farmed wine.
After the tasting, at the Chanchos dinner, Shemyr played guitar and sang with the band, and we left too late to catch a bus to Santiago. I hadn't planned on an overnight trip and wanted to go home, so I was pretty disappointed that we had to stay at the house of a friend of Camilo in Valparaiso, but it all turned out fine. Paulina's little apartment was cute, and while drinking tea at 2 am, Shemyr picked up her guitar and realized he recognized it as a guitar he'd played years ago; Paulina's father turned out to be an old friend of Shemyr's named Pipo, and we went to play music with him and his plethora of instruments the following week.
Waking up in Valparaiso to fresh sea air and sun streaming through the open windows was a wonderful sensation, and then I didn't feel bad at all about missing the bus to Santiago.
We had to return to reality, though, but when we finally got to the terminal to head back to to the capital city in the afternoon, we found that no tickets to Santiago remained. Shemyr, with his clever travel magic, asked the clerk if we could book a ticket from nearby Quilpué instead, and indeed we were able to purchase two passages home, leaving in two hours. And that's how we met our next magic people, Frank and Dinny.
Although we haven't heard from them since they left Chile, we helped this fun and open-minded pair find bus tickets to Santiago from Quilpué instead of Valparaiso, and then we spent a great day touring Santiago together. They were visiting from my heart's home, New Mexico, and I felt closer to the people and the desert I've missed since hopping continents two years ago.
And the point is, we wouldn't have met any of these people if it hadn't been for the Chanchos and missed buses and roundabout adventures. The principle of serendipity has supported Navegado since its inception - Navegado will happen, because it wants to, because it's necessary, and because we are apparently now sexy instruments of Dionysus!
But speaking of adventures (and returning from the mystical realm to more practical matters) we are presently launching our Navegado tourism services, and we are ready and excited to receive and educate our guests about natural wine/alcohols and agriculture in Chile.
And since I used to work for ALMA and still have a lot of connections to the astronomy world, we are also planning a 10-day astronomy tour for late-October/early-November, and we just need four more committed participants to round out our tour group. This tour will include wine, synthesizing two of Chile's most attractive assets - abundant vines and clear,dark skies.
In other news, we spent a fantastic weekend with Manuel Moraga (aka Cacique Maravilla) and his daughter Camila in Yumbel earlier this month, helping them label bottles and sell wine in the town's annual country festival.
For me, at least, our mission was solidified that weekend, and our purpose was clear when - driving into the vineyard surrounded by an understated and lovely autumn twilight- a solemn hush fell over the four inhabitants of cab of the truck, before Cacique broke the silence saying, "250 years. Pure pipeño."
We were witnessing and tasting living history, a sensory time machine, a treasure that must be protected, a way of life that must be perpetuated.
And then the perfect pink sun set, and the wild birds crowed into the dense night, and we enjoyed a barbeque in the countryside with our new friends, drinking wine from dusty bottles and collecting new memories flavored by nostalgic grapes.
Abril 16 de 2013, martes. Por Shemyr
A pesar de ser haber sido un día asoleado el de ayer en la capital -y que aún no acaba-, fue un día nuboso en tanto a los sentimientos que rodean a navegado. Hay mucho que decir y es tan poco lo que se ha dicho; y es que entre aquesto y aquello y el tiempo que entre nosotros mismos nos tomamos la cosa se hace difícil a veces, difícil de escribirse, porque el sentimiento es actividad permanente, todo el tiempo estamos sintiendo tantas cosas, pero en vez de escribirlas las hablamos y ahí concluye la cosa, y es por eso que he decidido escribirla.
Minutos atrás, Rapunzel lloraba leyendo la historia que un corredor escribió respecto del accidente en la maratón de Boston. Nosotros corremos frecuentemente varios kilómetros, normalmente diez dos o tres veces a la semana, a veces nada en la semana a veces cada día de la semana. El asunto de Boston es potente para quienes lo viven, pero todo aquel que corre tiene el sentimiento encontrado cuando se trata de zancadas.
Mi reflexión de estos días ha sido la Industria y la producción artesanal. El fin de semana pasado estuvimos en la viña de Cacique Maravilla y en la XXI Muestra Campesina de Yumbel. Conocí la bodega destruida por el terremoto, las parras, las uvas; incluso oriné en el campo para sentirme más conectado con el espacio. Me sentí triste al ver la bodega molida, los lagares hechos pedazos y el sereno deseo de Manuel por reconstruir la bodega con el mismo barro de los antiguos adobes. Me paré sobre la tierra de los adobes y los capturé. El mundo sería más lindo si él pudiera hacer más vino y mi deseo de ayudar creció. Quiero que esos lagares renazcan, quiero que ese vino exista y no deba ser la uva vendida a 80 pesos el kilo a Concha y Toro o a Miguel Torres o a quien carajo sea: esa uva debe ser vinificada por Manuel y debe ser bebida en el mismo Yumbel.
Interesante es siempre ver que en los pueblos vitícolas las botillerías estan llenas de botellones de vino "barato" industrial. Vinos elaborados con uva comprada barata ( a $80 el kilo este año), y vendido a $2500 el botellón. Y si los viticultores de la zona produjeran vino en vez de vender la uva, el vino sería mejor y más barato y la gente viviría más y mejor con el elixir de la juventud que en las arcaicas parras país abunda.
En la feria de Yumbel, la gente se sorprendía de que existiera un vino de toque elegante, o caro para ellos, a pesar de estar siendo vendido barato el Pipeño y Cabernet Sauvignon, y de que las etiquetas fueron esta vez impresas en el papel inadecuado y más barato porque la cosa no está buena y no había chance para el lujo de hacer una etiqueta en papel para vino. Aún no logro ver mi diseño de la etiqueta de Pipeño plasmada en el formato que deseo, pero ocurrirá.
En la charla reflexiva que tuvieron los participantes de la Muestra Campesina el día lunes, luego de que acabara el evento y estuvieran en proceso de desarme de los puestos, un hombre de avanzada edad comentó que Yumbel no sabe de turismo, porque no es posible que un pastel de choclo cueste 4 lucas si en Los Ángeles cuesta $2500. Una mujer se levantó y dijo "el pollo de campo cuesta $5000 y el pastel de choclo lleva un cuarto". Me pareció elegante. Pues quienes cocinan tienen el deseo de hacerlo con el mejor producto. En Santiago no como carne y en Yumbel sí comí, porque los olores, porque los sabores, porque todo necesitaba ser comido por mí junto a una caña de pipeño.
Lugares como Yumbel deben ser considerados, cuidados, las bancas de la plaza de Yumbel son perfectas para cualquier trasero que desee reposo.
La industria del vino tiene a los pueblos alejados de las delicias que les rodean: la muestra de Yumbel fue clara, a los yumbelinos les gusta el vino producido en Yumbel, sanito, sin mezclas, tal cual Cacique lo hace, pero lo desconocen porque la industria mata a los pequeños productores, como no pueden producir vino sólo pueden vender a uva a un precio que no les permite solventar la producción de vino y así es como han muerto históricamente.
El caso opuesto son los productores de vino (producen decenas de miles de litros), que venden su Chardonnay a $200 pesos el litro a las grandes empresas (pues no hay otros compradores), para que luego ellos coloquen el valor que se les venga en gana.
Cuando considero el hecho de que los cinco litros de pipeño artesanal pueden ser conseguidos por 5000CLP en los pueblos, digo inmediatamente: es vino caro y lo pago feliz. Porque el valor del vino industrial es 250 CLP/litro máximo, y eso por garrafa con cueva suma $1250. No sé qué es lo que le da tanta plusvalía a éstos grandotes de la industria, pero lo hacen como se les antoja y eso es todo.
He ahí el vino chileno.
He ahí los vinos de Chile.
Jueves 28 de diciembre de 2012. Por Shemyr
Rapunzel me hizo un escándalo ayer porque yo no enviaba -ni envié durante toda la semana-, un mensaje a Verónica Tuteleers, coordinadora de la escuela de sommeliers de Chile, para tener una entrevista con ella para poder analizar la posibilidad de tomar el curso intensivo de enero en la escuela. Estuve ocupado toda la semana, avanzando en el proyecto "En tren a todo Chancho", que será anunciado cuando sea pertinente. Por mucho que le pidiera calma, no me atendía. Luego de una siesta -pues teníamos cansancio acumulado-, terminé los detalles que me faltaban del documento que envié a José Luis y pasada la medianoche escribí a Verónica, avisando que acompañaría a Rapunzel a su cita y tenía la intención de dar la entrevista.
La entrevista estuvo bien y Verónica lució muy interesada en mi proyecto documental y en el proyecto Navegado. El asunto de poder tomar el curso dependerá únicamente de la magia que tengamos para recaudar poco más de un millón de pesos para pagarlo.
Más tarde y de regreso en casa, escribí en e-mail al hotel The Aubrey, Rapunzel escribió allí dos días atrás sin recibir respuesta.
A la hora siguiente llamé al hotel y obtuve el número telefónico del bar. Luego llamé al bar y un hombre contestó. Le expliqué que llamaba porque habíamos escrito y no obtenido respuesta y me dijo que así funciona, que sólo se le responde al seleccionado, que el puesto ya había sido tomado y que por eso no habían respondido. Le dije que ya comprendía que así es como funciona, pero que no dejaba de parecerme grosero. Tras su silencio, colgué.
Dentro de la hora siguiente recibí esta respuesta:
hello,
i think i found all the help i need but things change and/or i could like you enough, please feel free to come by again today. i am here until 7pm. ask for Miles. i will be around.
thank you and cheers
miles
En la hora siguiente fuimos y charlamos con Miles. Originalmente necesita bartenders para reemplazar a su gente el mes de febrero. Nosotros estábamos interesados en el anuncio ya que queda junto a la Escuela de Sommelier, a pasos, y trabajar de Bartenders luego de las clases pone en práctica de buena manera los estudios de sommelier. El plan era para el mes de enero, pero ya sabemos, no calza la fecha y tampoco la paga es buena. Rapunzel le pidió a Miles mirar la carta de vinos del lugar, antes de mostrárnosla dijo "es bastante aburrida". Le hablamos de Navegado y él tomó una decisión muy práctica, el que creáramos una carta de vinos para él, que él la presentaría a sus jefes y si lo aprobaban, hacíamos negocio.
Aquesto sería un primer interesante negocio de navegado que fomentaría la participación de vinos orgánicos en un importante Hotel de Santiago.
Le pedí a Miles una copia de su carta de vinos. Sacó los papeles que estaban dentro de la carpeta de cuero falso y me los dio. Quedamos en escribirnos, nos estrechamos las manos y despedimos.
DOMINGO, 16 DE DICIEMBRE DE 2012. By Rapunzel
Wonderland Part 1 - a night at the Gala
Swimming in the entropic atmosphere of Chajnantor's extreme altitude, my consciousness suddenly faded to black and expanded exponentially in a dark millisecond like an infant universe.
Surreality on Chajnantor (photo by Gretchen Stahlman)
I awoke a minute later with the sensation of having traveled somewhere, but missing the memories, amenesiac. With an oxygen mask over my mouth, I slowly returned to my capacities, and breathing deeply and productively again, lying on a well-used cot in the infirmary, I observed the medic tripping about the room, fumbling and moving his limbs like gravity was lacking instead of O2.
I have the same feeling at wine tastings, of entering a universe with slightly different physical properties and gravitational rules.
Sober at Vinos de Chile's Gala del Vino several weeks ago, taking photos and notes for my article, I dodged careless bodies launching themselves toward refills, and I simply watched the increasing absense of sense and the cloud of laughter and cigarette smoke with detachment, like a transparent ghost, haunting the crowd and vibrating on a different energetic wavelength.
When the inaugural ceremony was over and I felt I had finished my work sufficiently, I retrieved a tasting glass and partook of the temporal distortion, entered the wormhole (or the rabbit's hole, however you prefer to analogize the experience).
I sought and sampled wines I had written or read about but can't afford to buy with my miniscule salary as a minion for Chile's wine industry, entertaining myself with solitary hysteria, like that day on Chajnantor just before I crossed the dangerous line of oxygen deprivation, when I giggled at my own clumsiness and tunnel vision.
The enologist from Los Vascos - whom I had met at a previous event - and his wife were good company, and I left with an invitation to visit their vineyard and without my book of notes, having misplaced it somewhere.
And I talked to a sommelier about going to wine school, which is apparently the best way to gain credibility in my job as a writer about wine.
But credibility is meaningless to me without passion, without poetry, without pleasure - obviously, since I canceled a flight and a 7-year relationship and a PhD to remain in Chile specifically for passion, poetry and pleasure. That is another story, though, albeit entwined with this one.
So after I had returned home from the Gala on a fluorescent midnight bus and peeled the pretention from my body with relief, our upstairs neighbor decided to leave his woman for good again, so
and I walked him to his bus stop and semi-sadly waved our dear friend away, and then we shared a bottle of Viña La Rosa Chardonnay 2002 - comparing the wise old wine with the frisky 2012 incarnation I'd just tried at the tasting. Both flaunted their assets like the genetic similarities between different generations of a family long-separated.
I had a sharp headache the next morning, probably from sampling a variety of industrial wines and respirating the haze of cigarette smoke that circulated through and above the elegantly-attired Gala attendees.
Despite its appearance, the experience lacked sensuality for me - a paradox in a celebration of the gifts of nature, and a manner of desecration, like smoking cigarettes at a wine tasting or discarding trash in a forest.
Delicious wine is dramatic, like leaving a lover forever on a crowded bus late at night, or devouring the saline taste of another body after sharing a bottle, or seeing the world from the infinite vantage point of a lonely peak on Chajnantor.
But only when each bottle is a serenade, and each serenade an honest expression of a natural process gently influenced by the emotional and creative humans nature made.
Yesterday we found true "amor el arte" at the Chanchos Deslenguados tasting, a gathering of organic and biodynamic wine producers in Chile. Coming up in Part 2, I will share my experiences with their "Vinos sin Tabú."
But I can tell you now that I did not have a headache the next day.
Respecto de diciembre 15 de 2012. Por Shemyr
Chanchos Deslenguados
Por más que tome vino, la lengua no se me duerme
o me deslengue hablando chanchadas.
No hablaré de taninos, pues me rima con cochinos
y aquí somos chanchos rápidos con la lengua.
Alguna señorita adinerada diría: "uy, es que si supierai galla, me tomé ni media botella de vino, qué media, dos copitas, y me duele la cabeza, no te imaginai cuánto oye, no te imaginai galla".
Lo que yo digo: "tomé más de veinte variedades de vino, entre antes de las 11 y hasta las 20 horas; y llegué borrachísimo a casa y feliz. Me quedé raja luego de comer huevos con tomate. Desperté apenas sudado, sin jaquecas, sin caña, sin cosa alguna más que placer, desperté sonriendo y feliz. El olor de mi sudor es absolutamente frutal, como si todas las cepas que bebí escaparan de mi cuerpo queriendo conquistar a cualquier hembra de buen olfato alrededor".
Caso de la señorita adinerada: Vino hecho por personas con dinero, muchos recursos, millones de botellas y este vino lo beben personas con mucho y con poco dinero. Si se le agrega cigarrillo a la bebida, la jaqueca multiplica las posibilidades de venir.
Mi caso: Vino hecho por personas sin más recursos que la señorita adinerada. Fabricado en muy pocas cantidades y muy poco conocido. Lo bebí gratis, pero soy afortunado y mi interés en el vino es tan grande que por ello ocurre: me tocó beber gratis las delicias de la tierra bien cuidada.
Es que acá en Chile, existen vinos que te dejan sin caña. Uy, los probaran, uy si los probaran. Pero, ¿quién sabe que existe? Yo los he probado, no todos, pero los he probado, y es borrachera de la Grecia Clásica, hermanos.
Lo que pasó en Chanchos Deslenguados, desde el principio es dionisiaco: placer y nada más. Lo que corroboré en mi viaje documental en junio pasado fue aquello: sólo en perfecto balance con la naturaleza y consumiendo el producto de su buena relación con ella, se puede experimentar el placer puro.
Louis-Antoine me recibió encantadoramente, él estuvo feliz durante todo el día, tal cual todos. El conocerlo a él con anterioridad me permitió asistir al evento para poder invitar a los participantes, chanchos todos para el caso, a navegado, para poder ampliar el espectro que abarca en el público el conocimiento de éstos maravillosos vinos.
Sé que dejé de probar un par de variedades y es porque todo el tiempo hubo gente en tales lugares y no soy de quienes se crucen, así que no tuve la experiencia total del evento, pero sé que logré entender lo que allí pasaba.
Fue similar al día en que estrevisté a Louis en Cauquenes, junto a la familia Pérez, cordialidad tremenda y más vino que agua. Ciertamente porque el vino es agua purificada.
Lo realmente contundente de la actividad, es que es una reunión de amigos con lo más importantes de sus vidas en común: el vino. Luego, que su método de producción es ideológico: producen orgánico y biodinámico. Más yo insisto, éstos son nombres contemporáneos a una actividad vitícola y agrícola previa a los nombres.
Lo que corroboré es la cualidad frutal de cada vino, en que ciertamente se entiende que está hecho de fruta. Esto puede sonar muy básico, pero en los vinos convencionales no es sencillo sentir la fruta antes que la química y lo que primera ingresa al sistema respiratorio no es el olor a fruta, sino el nivel alcohólico. A mí, con los vinos convencionales me ocurre que siento inmediatamente la química que posee: me da una puntada en la cabeza, no me eriza, no me encanta, sólo sé que si lo bebo me dolerá la cabeza. No me ocurre con todos los vinos, pero sí con la mayoría.
Cual diría Rodrigo Mundaca, "la agricultura orgánica permite conservar en el fruto todas sus propiedades organolépticas".
El vino que los queridos participantes de Chanchos Deslenguados hacen, poseen precioso color, aroma frutal y sabor a naturaleza. En cualquiera de sus especies: es delicioso. ¿Por qué? Porque conservan en el vino las propiedades organolépticas de la fruta, porque la fruta es organolépticamente superior a cualquiera otra uva sin los cuidados que éstas vides poseen y porque el jugo de estas uvas, además, ofrece vinos entre 12 y 19 grados de alcohol etílico (en el caso del vino fortificado, Torontello), la acidez del vino corresponde al fruto y no es consecuencia de aditivos, el dulzor es de la fruta, la profundidad y el carácter la otorgan la perfecta mixtura de las uvas y los productores.
El evento de los Chanchos Deslenguados fue a mi parecer, absolutamente magnífico.
La cepa que más destaca es País (Misiones o Pipeño). En número, en el evento hubo más variedades de pipeño que de otras cepas. En el caso de Cacique Maravilla y Louis-Antoin Luyt, 100% Pipeño y excelentes, además del Burbujeante de Bogus (qué maravilla es aquella), y en otras variedades.
Me sorprendió encontrar vino de Osorno, su acidez sureña y húmeda provoca imaginario, desea chimenea, brasero, cocina a leña. Me acercó, por su acidez picante, a las semillas del canelo. Ya siendo pinot noir, su acidez sureña es extraordinaria.
Le faltó estar un poco más frío a Refugio de Montsecano para ser un helado de fruta: ese vino -del cual me explicaron hacen con cepas que varían en tratamientos cada año y se tratan de manera biodinámica-, es perfecto para ser tomado frío y a modo de postre. Al menos esta cosecha. Luego, el vino favorito del evento para Rex Pickett (pues él ama sobre sobre el Pinot Noir), Montsecano Pinot Noir, es, sencillamente maravilloso.
El primer vino que probé fue Cacique Maravilla, luego de que casi sacándome pica, el Cacique Manuel me interrogara ¿y no vas a probar mi vino? Pues sólo hablábamos y hablábamos. Características de Cacique son, él no riega las parras, ellas sobreviven y esa sobrevivencia se expresa en el vino pipeño, en la antiguedad de la vida de la vid, 300 años, en Yumbel. Pueblo en la octaba región del que escuché hablar a veces a algunos mayores y siempre estuvo en mi oído. Cacique también tiene Cabernet Sauvignon, vides de 15 años también sin riego. Le comenté a Rapunzel "me hace sonreír, es como morder una fruta madura".
Algunas de las cosas que menciono existen gracias a los apuntes que Rapunzel escribió, pues yo estuve hablando mucho, capturando fotografías y grabando las situaciones de la actividad, todo lo dije en inglés para ella, pero lo escribo en castellano.
Con el vino de Baptiste Cuvelier, el hombre recién casado dos días antes, fue un círculo perfecto. Para beber todo el día, para beberlo sin cansarse, sin altos, sin bajos, sin ácidos incómodos, sin exceso de dulzor, simplemente redondo. Absolutamente acorde al carácter de su productor.
Torontello es un vino fortificado, pero su dulzor lo hace quizás similar a la absenta, a algún licor que se debe beber de a poco luego de la comida, o como su productor refiere: para coctel.
Adoro el vino de Louis, como siempre. Ya le dijo él mismo a Thierry Villard en algún momento del día y con buen romántico humor "yo me acostaría con él si fuera mujer, es muy sensible" e inevitablemente correspondí a su declaración de amor.
Quiero mencionar la historia de Rex Pickett.
Max, de camisa naranja gorra con visera me pidió, al verme con Ámara en mi mano (Ámara es mi cámara fotográfica), que lo capturara junto a Rex de manera espontánea, que él me pagaría las fotografías siempre y cuando no superaran cierto valor que no mencionaré, porque, la verdad, soy yo quien coloca el precio a mi trabajo. Seguí haciendo lo que estaba haciendo. De cualquier manera a él no deben haberle gustado mis fotografías. Publiqué las fotografías necesarias en la sección noticias, allí pueden verlas, y además las puse en una galería fullscreen, la que actualizaré cuando tenga más bonitas fotografías para lucir.
El asunto es que en ese momento supe que Rex estaba a un metro de mí y le dije a Rapunzel que él allí estaba -Rapunzel lo entrevistó el mes pasado por Internet y debía entrevistarlo para WoC, pero ya no lo hará, ahora es una navegada. Seguramente lo entreviste para Navegado y Rolling Stone Magazine, seguramente lo entrevistemos ambos y tomaremos vino orgánico-.
No había identificado a Rex, ninguno. Al rato y de espontánea manera, Rex me habló y debí mirar hacia arriba para atenderlo. "¿Podrías enviarme tus fotografías y yo las publico en mi sitio web?", y me dio su tarjeta y yo le dije que estaba haciendo un proyecto de vinos y le di mi tarjeta. Hablamos no recuerdo el orden, pero, le hablé de Navegado -él no sabía quién organizaba la actividad, se lo dije-, hablamos de fotografías y vino durante unos minutos y luego Rapunzel se presentó. Él le preguntó si acaso estaba en la actividad por WoC, ella le dijo que no y entonces Rex sonrió. Hablamos bastante rato, no sé cuánto pero sí bastante. Agradable la cosa. Nos contamos nuestras experiencias con el vino y cómo vivíamos el presente, los vinos que nos gustaban alrededor. Similar nivel de pobreza tenemos al que él tuvo y tenemos los mismos gustos. Lo gracioso es el hecho de los gustos y lo divertido de que Rex prefiera éstos vinos a los vinos de por allá, de las personas, no, de las empresas, que financian su estadía en Chile.
Digo empresa y no personas porque, por ejemplo, yo veo a los productores, personas, de los vinos que bebo, pero si voy a catar vinos industriales, veo modelos que sin hacer comentarios ni sexistas ni clasistas ni de tu cabellera rubia ni sus rostros de abc1 con sus sonrisas pegadas con recipol ni menos aún de su intelecto, pero poco o nada dicen del vino que portan y que poco importa ante la prenda de la muchacha, además del público que fuma creando un ambiente de siembra en día de fumigación. Parece que a lo convencional le gusta serlo del sarmiento a la copa.
En esta actividad nadie fumó y eso es tener honor; respeto por las personas alrededor, por los vinos en cuestión y coraje. Detesto absolutamente el olor a pucho de petróleo, más incluso aunque es igual de vomitivo, que el olor a cera que, aunque pida por favor que no apliquen al mármol del primer piso del edificio en donde vivo, de todas maneras aplican: todo hecho con petróleo, carajo, todo. Detesto el aroma, la condición transgénica del pucho, es mi crítica radical.
Respecto del tabú, Patricio -si es que él llegara a leerme-; es un tabú pararle el carro a los fumadores. Incluso, en el restorán luego de la actividad, había un varón muy severo respecto del que le preguntáramos sobre su fumadera.
Y los europeos se dedican al yoga cuando envejecen. Y, ¿qué pasa con el viejo mundo? Que nosotros somos el nuevo. Los invasores nos han obsequiado todas sus enfermedades y aún no terminamos de consumirlas todas. Deseo con todo mi poder creativo sobreponerme a todas las falencias genéticas a las que he sido condenado.
Un comentario que necesito hacer, por ser el momento en que los productores están interesados en participar en este proyecto, es:
Navegado parla de los productores con sus productos, de los artistas que hacen arte, etcétera, sin chapitas ni poleras. Lo único importante aquí es vivir de manera sana y navegar, sea sobre el agua o sobre nuestros pies luego de algunas copas, pero navegar.
Y para finalizar, fue agradable ver al niño con su juguete, a Rex con su Pinot Noir. Él fue uno feliz entre tantos felices.
SÁBADO, 8 DE DICIEMBRE DE 2012. By Rapunzel
My role for now
I am the anthropologist, the Carlos Castaneda, tip-toeing between science and animism, tripping across the psychedelic line dividing sprits from sobriety.
The ideology of Navegado is best expressed by Shemyr, of course - there is no other way; it's his country, his language, his viticulture. I sit at the feet of his literary sorcery in this case.
But I am the explorer, the student, the naive eyes and proclaimed objectivity. I will imbibe this magic and tell you about the magicians, their disciples, their transcendent rituals. I can lead you to the experience.
And then maybe one day I will just disappear from here in a whisper of myth - either because I never really belonged, or because I learned to belong completely.
DOMINGO, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2012By Rapunzel
excavation and the thrill
I've been to that bottle store dozens of times over the last year, and I somehow never saw the dusty bottles on the top shelf, until two Friday nights ago.
Even then, scanning the very limited selection for something special, bored with all the usual wines, I still didn't see them.
But, like an archeologist discovering a secret door in a pyramid, or like a researcher discovering a long lost tome, I spotted the word, almost too faint to read: "ORGANICO."
And when the clerk handed me a bottle, the faded label revealed its origins.
Viñalhue, Sauvignon Blanc.
2004.
I handled it with care and reverence, like an artifact.
With a chance to experience an aged organic wine, we bought the entire stock - all 11 bottles.
For only 32.000 Chilean pesos.
The sepia label itself invokes some kind of magic, with its cherubic shining angel and waving grape branch, wringed by the words - like a halo - "Cosechado a mano en Origen, producido con uvas organicas."
The first two bottles were amazing, tasting like the tangy thrill of a great discovery.
The third had a strong, slightly-fetid, musty smell. It was a necessary challenge, but we finished anyway.
We've since opened a few more, and maybe the novelty has worn off, or maybe it is a testament to the aging potential of the wines - but they simply taste fruity and pretty; though we still have more bottles to analyze.
But with each new vinific exodus, I find myself hoping to encounter the strange, sagacious aroma of history again.
DOMINGO, 1 DE JULIO DE 2012By Rapunzel
I am rarely as happy as when I tasted wine
directly from the barrel,
a so-sweet exclamation of País,
followed by a long pause,
then the hesitant succession of Sauvignon.
And the sediment at the bottom of my blue
plastic cup read like tea leaves.
But the winemaker's hands roamed low
with the juvenile wine in the evening, and the
silence between grapes seems
inappropriate now instead of intriguing.
Agosto 8 de 2012Por Shemyr
Y habiendo bebido vino convencional,
unas copas, nada más, la noche de anoche,
nada que parezca borrachera o similar;
me ha dolido la cabeza el día entero,
justamente en una zona que me dice:
fue el vino malo, fue el vino malo.
Vino malo, mierda.
Agosto 7 de 2012. Por Shemyr
Hemos bebido un Carménère Reserva Convencional, amargo, con sabor a Cabernet Sauvignon.
Luego de beber durante un mes entero -y durante el viaje-, vino pipeño, mi paladar se adecuó absolutamente a la Cepa País
y entendí por qué Louis quedó tan, absolutamente pringado de ésta cepa y por qué, quienes se han dedicado de por vida a éste vino
-que sólo se produce de manera artesanal-, son felices en su borrachera de manos ásperas junto a las viñas.
Habrá quien no entienda lo que es el pipeño o pueda considerarle un vino malo. Incluso quienes ni siquiera sepan que es un Vino Tinto,
pues el pipeño que conocen es blanco y lo han visto en bidones y vasos con 'su terremoto' dentro.
La cepa más antigua que existe en Chile es País; la cepa del pipeño.
50 años atrás era la cepa que más abundaba, aún, pero hoy lo es Cabernet Sauvignon (híbrido de Sauvignon Blanc y Cabernet).
Sucede que País es el vino más delicioso que he probado y es porque posee la energía de la data.
Siento algo similar al comer piñones o avellanas, al beberlo: lo milenario y lo centenario.
Hay parras de 300 años de vida en pie que sobrevivieron autotróficamente, me permito decir, todos estos años,
sin necesidad de que humano cualquiera las protegiera. Eso implica que las madres de las parras de las uvas de las que
he bebido vino pisado son centenarias, además libres de todo pesticida y químico del carajo que pueda existir.
Lo que he bebido es un vino que de no beberlo pronto o cerrarlo bien, mañana será vinagre: allí lo maravilloso,
su existencia es como Dios (con quien no me relaciono y así estamos bien), eterna.
¿Por qué, si el pipeño es, sinceramente, el vino más rico que existe, nadie lo bebe, la mayoría lo ignora?
Porque Chile no bebe vino, bebe industria.
Sólo Emiliana y Louis-Antoine, en Chile, hacen, reconocidamente vino orgánico, sin químicos en su agricultura
y con el intento macabro de sacar a flote el jugo del uva: el vino natural, como siempre lo fue.
También Clemente Urrutia, quién sólo vende en Museo del Vino y los productores artesanales que gustan,
producen de natural y deliciosa manera.
La palabra orgánica -agricultura Orgánica, Vino Orgánico-, es un carajo moderno,
usado lamentablemente para contrarrestar a la agricultura convencional: agrotóxicos en toda la producción
y a los siguientes transgénicos: insecticida con forma de fruta más agrotóxicos en toda su producción.
Los medios no mencionan la cagada medioambiental que éstos modos agrícolas poseen, pero yo lo mostraré claramente a fin de este año en La Semilla.
El cuento es que Emiliana hace vino orgánico industrial -cosa que no me agrada- y Louis básicamente pipeño, y lo mezcla con otras cepas,
que él ha cultivado de manera orgánica en los últimos años.
Lo que hace única a esta cepa, además de su sabor -pues todas las cepas son deliciosas-, es su modo de producción.
El no incorporar agrotóxicos permite que las propiedades organolépticas de la fruta sean absolutamente mejores que las uvas tratadas.
Lo que yo sí aseguraría es que cualquier vino natural, de la cepa que fuera, sería delicioso; la temática crucial
es que industrialmente no se trabaja de esa manera y, básicamente es porque en Chile, la agricultura aplicada es la aprendida:
la convencional y no otra.
Es posible decir que la industria, cuando habla de agricultura (sin incorporar en este punto a los Transgénicos, que ya es la peor grosería contra la humanidad), habla de agroquímica (agricultura + agroquímicos), lo que en ningún caso podría ser nombrado como agricultura: pues no involucra razones culturales en lo agro, sino que es el mismo sistema agrícola replicado en cualquier lugar del mundo.
Estoy seguro de que yo sería fanático de todas las cepas en su vitícola naturaleza, pero aún no tengo los contactos necesarios para poder ir y degustar todas las cepas en su estado orgánico.
Deseo tener mis parras, de la mayor cantidad de cepas posibles, en el espacio que sea, incluso minúsculas, pero tenerlas, pues amo las parras y qué maravilla es tenerlas cerca y probar sus frutos emergentes desde restos orgánicos.
Hasta ahora tengo sarmientos de País, Sauvignón Blanc y Merlot, en botellas de vino cubiertas con papel periódico y en una garrafa envuelta en un pañuelo de encapuchado.
Lo que me apena en este momento es que me queda sólo una copa de pipeño en el bidón, y debo buscar alguna manera de adquirir el este elíxir para mi salud vinífera.
DOMINGO, 20 DE MAYO DE 2012. By Rapunzel
nova
I went to Socorro, to the frontier, to the mythical West, to become an
astronomer, but the stars were too succinct and distant to study and the
desert crept into the space between my bones until it was home.
I remember saying often in those days that I am better for appreciating,
that I prefer to experience beauty without analyzing it, that
understanding a thing removes its magic.
I became a librarian instead, a steward of human creation and knowledge.
I am a collector, surrounding myself with stimulation and sentiment.
And tonight, 10,000 miles from Socorro and my past, I research oenology
for my next wine article. I am learning about tannins and
oxygenation and fining - chemistry and biology.
But in holistic terms, the grapes grow from the earth, subject to the
whims of weather and time, before being harvested and crushed and
fermented, aged in wood barrels, rediscovered and tasted and celebrated,
giving pleasure to the lives of humans, who farm more grapes and make
more wine and write more poetry and sing more songs and live and die and
create and destroy and explore.
Like the stars, the wine is magic until its tannins are decifered.
So as I write about the science of fine wine for a foreign audience,
I am surrounded by the real magic of Chile and vino, drinking mate and
cheap wine as winter approaches.
And whatever happens here, with this new Navegado, I am not lost; I am experiencing what I do not understand, guided by the sky across a metaphorical sea.
Just beauty.
SÁBADO, 12 DE MAYO DE 2012. By Rapunzel
Noir
I found myself sequestered
in a smoky wine glass
like something unclean,
to feel what I feel,
and be what I am,
without shattering the
masculinity of the night.
Mayo 12 de 2012. Por Shemyr
La tarea que nos quedó a ambos fue escribir de vinos,
resolvimos crear una página web sólo para escribir del vino y del alcohol.
Yo propuse que fuera algo literario, nada técnico, simplemente literario pues,
¿quién sino el vino es el amante del poeta? Y así,
con la boca morada o violeta o negra para los contrastados,
disfrutar de la experiencia que el alcohol brinda.
Entonces ella discutió y yo hablé sin nunca alzar la voz
y esto se extendió por algún tiempo largo hasta el dormir.
Fue la experiencia del vino.
No el show del vino,
pero sí hubo show.
El alcohol trae sus beneficios expresivos para algunas personas y paciencia para la audiencia.
Mayo 9 de 2012. Por Shemyr
La vida fuera de la caverna.
Haber existido en la época clásica
charlado con Sócrates y Platón
y haber tenido orgías
tomando vino y comiendo uvas
hasta acabar practicando el ocio
en la plaza pública construyendo columnas imaginarias
la mañana siguiente.
Por Shemyr
Todo lo que bebe le sabe
a verga.
Incluso el vino.
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